48 pueblos extremeños en riesgo de desaparición.

Pocos habitantes, cada vez de más edad y casi sin nacimientos. Es el perfil que comparten muchos pueblos extremeños que llevan años en el punto de mira. ¿Podrían llegar a desaparecer? Solo el tiempo tiene esa respuesta, pero un estudio realizado por Joaquín Recaño, especialista en migraciones internas en España y profesor del departamento de Geografía de la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB), advierte de que hay al menos 48 municipios extremeños que van camino de quedarse sin vecinos de forma irreversible.

A su juicio, las políticas sociales y territoriales desarrolladas en la región por la Junta y los Fondos Europeos de Desarrollo «han permitido la dotación de servicios en el medio rural, la mejora de las comunicaciones y la calidad de vida en los pueblos de Extremadura y, en consecuencia, superar la distancia, en términos de calidad, entre el mundo rural y el mundo urbano», apunta. Y esto no ha ocurrido en otras comunidades del país. «En consecuencia observamos que hay regiones en las que el despoblamiento es total, en cambio yo diría que el medio rural extremeño se mantiene en un impasse, en el que progresivamente se van modificando las formas de vida tradicionales por otras más urbanas. Existe una nueva funcionalidad de lo rural en Extremadura y esto, junto a la calidad de sus infraestructuras, debe hacer que la situación actual se mantenga aunque no se reviertan los efectos de la despoblación de los años 60».