La despoblación ya amenaza a las ciudades extremeñas.

«El mundo rural extremeño está en coma, y el desafío ahora es parar la metástasis que ya ha dado la cara en las ciudades», resume Julián Mora Aliseda, profesor de Ordenación del Territorio de la Universidad de Extremadura (UEx). «La despoblación en el ámbito rural es un fenómeno prácticamente imparable», opina Antonio Pérez Díaz, profesor de Geografía, también de la UEx. Los dos llevan décadas estudiando la demografía regional, y ni uno ni otro son precisamente optimistas. Los números les dan la razón.

La sangría no se ha frenado, pese a que las administraciones llevan años dándole vueltas al asunto. Existe el Centro de Estudios sobre la Despoblación y Desarrollo de Áreas Rurales, la Red Española de Desarrollo Rural, la Red Extremeña de Desarrollo Rural, el Foro de las comunidades autónomas por el cambio demográfico, el Comisionado del Gobierno frente al reto demográfico, la Red Europea de regiones afectadas por el cambio demográfico, la comisión de despoblación de la Federación Española de

Municipios y Provincias (FEMP) y sus 25 medidas, la comisión de investigación del Senado sobre medidas para evitar la despoblación en zonas de montaña y sus 35 propuestas…